11.11.10

Todo lo que empieza tiene que terminar...

Esto ya se veía venir, no era la primera vez de tus largas ausencias, pero la liga se estiró tanto que se acabó por reventar; hoy me siento con ganas de abrazarte, de dejarme acariciarme por tus manos tibias, dejarme envolver por tu aliento, sentirte tan cerca que yo tiemble y tú solamente me digas "tranquila... tranquila... te falta un poco más" y yo desfallecía entonces tocaba el cielo como pocas veces lo habia experimentado.
Pero cuando te extraño también recuerdo los momentos en que me lastimaste, cuando deje que me lastimaras, cuando después de arreglarme tú me dijiste "acaso te peinaste?" y yo me senti tan mal, que hasta que no me peinara no ibamos ir a pasear, y así lo hice para que no te enojaras, asi lo hice para que yo dejara de llorar; o como cuando te dije que había encontrado una buena amiga y me entregó su recién adquirida computadora e hice un flete y tu no lo podías creer eso; hay más cosas que deje que tu inseguridad, que tus celos, que tus envidias me hicieran sentir tan poca cosa, yo dejé sentirme poca cosa.
Sigo enferma, sigo sin sibutramina... sigo sintiendome una asquerosa ballena llena de grasa.
Me urge ejercicio, clases de baile o algo pero quiero quemar calorias.

No hay comentarios: